LAS FUERZAS SAGRADAS DEL UNIVERSO MAYA
MERCEDES DE LA GARZA

1ª Parte (y 8)

El dragón terrestre: Itzám Cab Ain 
En su relación con la tierra, el dragón simboliza tanto la superficie terrestre como el poder generador oculto de sus profundidades ya que está vinculado al dios de la muerte que habita aquí, y con el jaguar símbolo del Sol muerto del inframundo, y del cielo nocturno.

Altar de Copán. Dragón terrestre. 
24. Altar de la Estela M de Copán, que representa al dragón terrestre como monstruo Cauac. 756 d.C. Clásico Tardío (dib. C. Ontiveros, basado en Spinden, A Studyof Maya Art, Dover, N.Y. 1975).
Quiriguá. Dragón terrestre.
25. Parte superior del zoomorfo P de Quiriguá: el dragón terrestre como monstruo Cauac (dib. M. Aguirre, basado en Maudslay, 1974).

Durante el período Clásico está representado bajo la forma de una gran máscara, a veces descarnada, con símbolos vegetales y acuáticos; se llama Monstruo de la tierra y Monstruo Cauac, (glifo que simboliza el agua). Este dragón terrestre o Monstruo Cauac se encuentra en el altar de la estela M de Copán (fig. 24). Está esculpido en el zoomorfo P de Quiriguá, como Monstruo de Cauac y como gran serpiente de la cual emerge un gobernador (fig. 25, 26); en el panel del Templo de la Cruz Foliada de Palenque ( fig. d), la máscara aparece en la base del árbol axis mundi, con dos cabezas de serpientes emergiendo de la comisura de su boca, se le identifica con la divinidad solar; el descarnado rodeado de hojas de maíz y llevando el glifo Cauac forma el pedestal de uno de los gobernadores representados aquí.
Quiriguá, gobernante y dragón terrestre.
26. Lado norte del zoomorfo P de Quiriguá: gobernante surgiendo de las fauces del dragón terrestre (foto V. Domenici). 

Otra notable representación del dragón terrestre es la de Balamkú (Campeche), lugar recientemente descubierto; un friso con relieves de estuco, llamado "Casa de los cuatro reyes", contiene cuatro máscaras de dragón terrestre adornadas de elementos vegetales, de cada boca salen igualmente dos serpientes (fig. 27). El carácter terrestre de estas máscaras está confirmado por la presencia de reptiles con las bocas abiertas vueltas hacia arriba, de las cuales emergen cabezas de gobernadores.48 
27. Detalle del friso de estuco de La casa de los cuatro reyes de Balamkú, con la imagen del dragón terrestre, del que emerge el gobernante. Clásico Temprano (de Baudez, en Arqueología Mexicana n. 18, INAEH 1996). 
Altar de Copán, cocodrilo terrestre.
28. Fragmento del altar T de Copán: cocodrilo terrestre (dib. M. Aguirre, basado en Maudslay, 1974).

Estas figuras de reptiles de Balamkú representan también al dragón terrestre; en efecto en muchas obras del área maya desde Izapa, así como en los textos coloniales, la tierra está simbolizada por un gran lagarto o un cocodrilo fantástico, cuyo nombre en Yucatán es Itzám Cab Ain, "El dragón-tierra-cocodrilo",
49 y Chac Mumul Ain, "Gran cocodrilo cenagoso". En el Popol Vuh, encontramos el equivalente de este cocodrilo en el caimán que es aquí el símbolo de la tierra, Zipacná, creador de las montañas y de la tierra entera, hijo de Vucub Caquix, el Sol "imperfecto de la era anterior a la era actual". 

Hay que señalar el dragón celeste en forma de cocodrilo del altar T de Copán (fig. 28); la estela 25 de Izapa con el cocodrilo, que hemos descrito anteriormente (fig. 2), nos muestra la antigüedad del símbolo. 

El dragón terrestre que se encuentra debajo del personaje de la piedra tumbal del Templo de las Inscripciones en Palenque ( fig. b) es una máscara descarnada en el interior de una cavidad formada por huesos, imagen evidente de la muerte y del inframundo, pero lleva elementos vegetales y, en la frente, el glifo del sol y el símbolo de la tríada del dragón celeste, y en lugar del glifo de bandas cruzadas aparece el de la muerte. Esta imagen nos confirma que el dragón celeste y terrestre, que aquí es también infraterrestre, son una misma energía sagrada en todo el cosmos. Traducción: Miguel A. Aguirre 


 
ARTICULOS

NOTAS
48 Baudez, Claude F., "La casa de los cuatro reyes de Balamkú", Arqueología Mexicana, vol III, Num. 18, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, marzo-abril, 1996.
49 Itsam no es el nombre de un lagarto sino el de la divinidad. Ellos consideran, como nosotros, que es el mismo Itzamná en su aspecto de dios terrestre (Diccionario Maya Cordemex, p. 272).