ANTIGUA GUATEMALA 
Exposición que ha venido celebrándose en el Museo de Granollers desde el 15 de Mayo al 11 de Julio de 1993 y que auspiciada por la Unesco la incluye junto a otras, dentro del proyecto "Patrimonio 2001", que según sus organizadores, se encarga de ir reuniendo documentales fotográficos "de alto rigor científico y cualidad estética, sobre emplazamientos, monumentos, obras de arte, etc. de distintos lugares del planeta calificados como de valor universal de acuerdo a los bienes inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial Cultural y Natural de la Unesco..., con el objetivo de crear una memoria iconográfica y documental, accesible, por medio de telecomunicaciones, a Bibliotecas, Universidades, Institutos de Investigación, Agencias de Prensa, Diarios, Revistas especializadas, Canales de Televisión y otros usuarios... En un momento en que las riquezas de la Humanidad a menudo son víctimas de agresiones por parte del hombre y de la naturaleza..." 

La visita a la exposición de Antigua se acompaña de un catálogo ilustrativo con comentarios histórico-artísticos, de los que recordaremos algunos, e introduciremos otros, mientras describimos lo que en ella se nos muestra, y que son grandes fotografías de diversas perspectivas de la ciudad, expuestas en paneles, que fueron tomadas tanto desde el plano del horizonte como a vista de pájaro. 

Recordemos que Antigua es el nombre que recibió la primera capital del reino, Santiago de Guatemala, que fuera fundada en 1524 por Pedro de Alvarado y que fue dedicada al Apóstol, el Patrón de Compostela (campo de estrella) en España. Este hecho tuvo lugar en Iximché, antigua capital de los mayas cakchiqueles, quienes representaban a la Vía Láctea como una gran serpiente blanca según se dice en el Popol Vuh. Vía que en ésta, como en todas las cosmovisiones tradicionales se tiene como un lugar de paso, que enlaza el mundo divino con el terrestre, también comparado a un río o el camino de peregrinaje de las almas que se dirigen desde acá al más allá.1 

La ciudad fue construida de acuerdo al modelo ortogonal2 vigente para la tradición Occidental, tanto desde el punto de vista renacentista europeo heredero del saber greco-latino, árabe y judío, como desde el punto de vista de los antiguos edificadores mayas,3 que consideraban a sus ciudades como un reflejo del mundo terrestre y más aún, del universo creado: a partir de un centro o sol del que irradian los cuatro ángulos y direcciones del espacio, de norte a sur y de este a oeste, que son precisamente las prolongaciones que dan lugar a las calles de Antigua y que parten de su Plaza Mayor. Disposición que se aprecia en una vista fotográfica desde el aire, divisándose del NE al SO el cauce de los ríos Magdalena y Pensativo, quienes, flanqueando la ciudad confluían antiguamente en un lecho que iba a desembocar en el océano Pacífico, pasando entre los volcanes llamados de Agua, de Fuego y Acatenango. 

Tierra volcánica y lacustre en la que con frecuencia se producían sismos que derruyeron en diferentes épocas parcial o totalmente, la mayor parte de los edificios de Antigua, entre los que se encuentra la Catedral de Santiago, en cuya fachada, restaurada en 1987, podemos observar como ejemplo de arquitectura colonial la fusión del llamado Renacimiento plateresco con los motivos indígenas, entre cuyas formas es de resaltar la doble espiral. 

Además, la ciudad guarda los restos de aproximadamente 50 edificios entre los que se cuentan la Universidad de San Carlos, los Colegios mayores y menores de San Buenaventura, Santo Tomás de Aquino, San Lucas y San Francisco de Borja -sostenidos por las órdenes evangelizadoras de aquellas tierras, franciscanos y dominicos-, además de un seminario, fundaciones monásticas, iglesias, hospitales, capillas y ermitas. 

Cabe recordar también que diversos caballeros de las órdenes de Santiago, Calatrava y Alcántara, herederas del espíritu del Temple, presidieron el gobierno de Antigua. 

Siguiendo nuestro paseo por la exposición se nos ofrecen las vistas panorámicas de los claustros del Convento de Santa Clara y de las Capuchinas, que sin duda conservan aún toda la belleza de lo que en su día fueron, iluminados por el matiz verde y rojo de los árboles que se proyectan sobre el fondo gris y blanco de sus paredes. Así como el del convento de Las Mercedes, en cuyo centro se encuentra la fuente en forma de rosetón, que todavía mantiene la pintura color rojo que le revestía. 

En otros paneles se recogen instantáneas de encrucijadas entre calles, del rostro de los ciudadanos, del interior de los talleres de ebanistas, escultores y zapateros, oficios que se distribuían en barrios propios. Escogiéndose también como significativas escenas de la procesión de Semana Santa, donde vemos a las diversas cofradías formadas por indígenas,4 sosteniendo y transportando los pasos o escenas de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor el Cristo, en quien Toltecas y Mayas reconocieron a Quetzalcóatl-Kukulkán, y que son celebradas cada año sobre tapices de flores. 

Antigua Guatemala, Iximché, Santiago o la también llamada Toledo de América -considerada junto a México y Lima una de las capitales más importantes del Nuevo Mundo-5 constituye todavía hoy un símbolo vivo de la identidad permanente de la Tradición Occidental, que halla su correspondencia desde ambas orillas del Atlántico. 

J. M. Dolcet 
 
Notas
1 Ver El Camino de Santiago. Testimonio de un Peregrino. Revista SYMBOLOS, Nº 5, pág. 100.
2 Ver El Rito Fundacional de la Ciudad. SYMBOLOS Nº 5, p. 55.
3 Ver Cuaderno Iconográfico: Ciudades Mayas. Revista SYMBOLOS, Nº 1, pág. 151.
4 Ver Persistencia de la Identidad Indígena Revista SYMBOLOS, Nº 3, pág. 85.
5 Ver El Redescubrimiento de América Revista SYMBOLOS, Nº 1, pág. 169. 
   
 
 
NOTICIAS
HOME PAGE