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1ª Parte (7) |
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Kinich Ahau, Dios G. En ciertas imágenes, en los incensarios de tierra de Palenque por ejemplo, lleva máscaras y un pájaro-serpiente sobre el peinado (figs. 21 y 21a), lo que establece su relación con el dragón celeste; se puede encontrar también en la parte baja de las imágenes las máscaras del dragón terrestre.
Otro vínculo entre Itzamná y Kinich Ahau es evidente: en efecto el glifo de éste está grabado bajo el símbolo de la tríada que se encuentra en la cabeza del dragón celeste, como decíamos más arriba, lo cual refuerza la semejanza de las dos divinidades. Además el dios solar está en relación con el dragón terrestre, todas las mañanas emerge de su boca abierta para volver todas las tardes. Esto está ilustrado en ciertas obras clásicas; por ejemplo en Tonina se ha encontrado al nivel del suelo, una gran máscara del dragón terrestre que tiene en la boca una esfera, sin ninguna duda un símbolo solar (fig. 20). Las manifestaciones animales del dios solar son el ciervo, el jaguar, el colibrí, el águila y el guacamayo. En Yucatán a éste se le llama Kinich Kakmoo, "El guacamayo - de - fuego - del - ojo - solar", y se decía que el Sol, encarnado en este pájaro, bajaba a recibir las ofrendas de los hombres en Izamal. En el terreno de juego de Copán los marcadores tienen la forma de cabeza de guacamayo (fig. 22), lo que prueba que desde el Período Clásico el guacamayo está asociado al Sol, puesto que este juego posee un símbolo astral, como lo veremos más adelante.
En Quintana Roo se ha hallado recientemente una gran acrópolis que puede formar parte de la vecina ciudad de Dzibanché; se la ha llamado Kinichná, "Casa del Sol", a causa de las esculturas de la divinidad solar, quizás estaba dedicada al culto solar.44 Muy cerca de esta ciudad, y en el mismo estilo, se encuentra Kohunlich, cuyo templo principal está igualmente dedicado al dios solar; grandes máscaras de la divinidad adornan los lados de la pequeña escalera de la pirámide. Las máscaras llevan todos los signos distintivos simbólicos del dios solar, y varias de ellas tienen el glifo Chuen en los ojos, glifo ligado en muchos otros contextos con la divinidad solar. El glifo Chuen significa "mono, artesano, creador", y se identifica con el Sol, no solamente porque es una divinidad astral - el hermano del Sol en el Popol Vuh - sino también porque ambos están asociados a la creación artística. A veces la cabeza de un mono reemplaza a la del dios solar como el signo Kin, indicando su mutua relación.45 Los Mayas veían al Sol, entre otros, como el patrono del canto y de la música, de aquí su relación con el mono tan claramente expresada en las máscaras del Templo principal de Kohunlich. Bajo éstas se encuentra una máscara del dragón terrestre idéntica a las de ciertos incensarios de Palenque. El Sol fue la divinidad principal para generar la temporalidad: su ciclo, tanto diario como anual determina el movimiento, la sucesión de los días y de las noches, las cuatro regiones del universo, las cuatro estaciones. Por ello, es el maestro de la cifra cuatro y su glifo es una flor de cuatro pétalos (fig. 6). Su ciclo le da un carácter ambivalente; cuando recorre el cielo es luz, vida, día, orden, bien; es decir un aspecto benéfico y vital. Pero cuando entra en el inframundo en el crepúsculo, se vuelve energía de muerte, transmutado en jaguar. Estas ideas están ilustradas, entre otros, en el panel del Templo del Sol de Palenque ( fig. c); el motivo central es una máscara del dios solar en forma de escudo con flechas cruzadas simbolizando los rayos; lleva la serpiente en forma de 8 en la frente, orejas de jaguar, ojos de serpiente con pupilas en forma de voluta,46 la lengua fuera, el diente afilado y un ganchillo de serpiente enrollado en la comisura de la boca. Debajo del escudo solar se encuentra una serpiente bicéfala (Itzamná, el dragón celeste), en su centro hay una cabeza de jaguar vista de frente. Este jaguar es el mismo Sol que desciende hacia el inframundo en el equinoccio de primavera, asociado a la dirección del oeste que es la de la puesta del sol, y que corresponde con la situación del templo en la plaza. Algunos han llamado al dios patrón del templo, G III, que es precisamente el Sol bajo su aspecto jaguar, dios del inframundo, o dios de la muerte. El ciclo solar guió la construcción de este templo y de otros templos principales de Palenque. Hartung dice: El dios llamado Chaac en los textos coloniales, el más representado en los tres códices prehispánicos mayas, es mencionado como divinidad de los campos de maíz y como manifestación del agua, no solamente de la lluvia, sino también de los lagos, los ríos y los mares, y que por evaporación sube al cielo, se concentra en nubes y vuelve a descender transformado en lluvia. Chaac, dios B, es otra divinidad antropomórfica derivada del dragón, representado sobre todo en los manuscritos del período Postclásico, pero lo encontramos esculpido en obras clásicas de la península de Yucatán, que pertenecen a los estilos Río Bec, Chenes y Puuc. Está representado bajo la forma de una gran máscara geométrica hecha de mosaico de piedra, que decora una gran parte de los edificios de este estilo (figs. 23 y 23a, 23b). Las máscaras llevan claramente los trazos de la serpiente, y una larga "nariz" que puede levantarse o descender, decorada a veces con círculos acuáticos, que simbolizan la parte superior de la boca alargada de la serpiente. Algunas máscaras llevan plumas o plantas estilizadas, que podrían representar tanto a Chaac, como Itzamná o Bolón Dz'acab, dios ligado al maíz, puesto que los tres dioses son de carácter serpiente.
En el área central la lluvia, y el agua en general, está asociada al dragón celeste y terrestre, y por ello es difícil encontrar un dios equivalente a Chaac; pero quizás éste sea aquel al que se llama Monstruo Cauac, que consideramos como una representación del dragón terrestre ya que además de los glifos Cauac lleva elementos vegetales; puede que fuese una divinidad en relación con el agua terrestre. Traducción: Miguel A. Aguirre |
1ª Parte (y 8) |
NOTAS | |
44 | Ver Nalda, Enrique, Luz Evelia Campaña, Javier López Camacho, "Sur de Quintana Roo, Dzibanché y Kinichná", Arqueología Mexicana, Instituto Nacional de Antropología e Historia, vol. II, n. 10, octubre-noviembre, 1994. |
45 | Thompson, 1960, p. 80. |
46 | Algunos han llamado a este ojo "ojo divino". Es el ojo de la serpiente, que llevan todas las divinidades vinculadas a esta serpiente. |
47 | Hartung, Horst, "Entre concepto y evolución. Apuntes sobre lo creativo en la arquitectura maya precolombina", Cuadernos de arquitectura mesoamericana, numero 9, enero, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Arquitectura, División de Estudios de Posgrado, 1987, p. 19. Ver Carlson, John B., "Astronomical Investigations and Site Orientation Influences at Palenque", Segunda Mesa Redonda de Palenque, Pebble Beach, California, Pre-Columbian Art Research, The Robert Louis Stevenson School, 1976. |