De Gregorio García, 'El origen de los Indios de el Nuevo Mundo e Indias occidentales' (1607).  
ORIGEN DE LOS INDIOS DEL NUEVO MUNDO
GREGORIO GARCIA
LIBRO QVARTO
CAP. VIII. De la Septima Opinion, donde se prueba que los Indios proceden de la Gente que havia en la Isla Atlantica. 

ALgunos Autores ai, que siguiendo el parecer, que arriba referimos de Platón, dicen,1 que los primeros Pobladores de la Indias fueron de la Isla Atlantis, tan famosa, y tan cantada de Cricias en Platón, à las Islas de Barlovento,2 que estaban muy cerca de ella, y de estas à Tierra-firme de América, y de aquí al Perú, y Nueva España, porque de todo esto hace mención el Cricias de Platón en su Timeo; y para que el fundamento de esta opinión que son las palabras de Platón, esté con la misma Opinión,3 que es lo fundado, quiero ponerlas aquí en Castellano, conforme à la translación de Marsilio Ficino, no obstante que arriba se puso4 la substancia de esto para otro intento. Dice, pues, Cricias, hablando con Sócrates, con Timeo, [filósofo pitagórico,5 que escribió (según Vossio)6 De la Naturaleça, i Alma del Mundo] y Hermócrates atenienses, y refiriendo la historia,7 que de su abuelo había oído: Tienese por cierto, y se sabe por tradición, que vuestra Ciudad resistio en los Tiempos pasados à innumerable copia, y número de Enemigos, que saliendo del mar Atlántico, habían tomado, y ocupado casi toda Europa y Asia; porque entonces aquél Estrecho era navegable (y va hablando del Mar Atlántico, que es el que está en saliendo de Gibraltar) teniendo à la boca, y casi à la puerta de las Colunas de Hércules, que vosotros soléis llamar (que es el mismo Estrecho de Gibraltar) una Isla de tanta grandeza, que dicen haber sido maior que África, y Asia juntas: Desde la cual había contratación, y comercio à otras Islas, y de estas Islas8 había comunicación, y trato à la Tierra-firme, y Continente que estaba frontero de ellas, vecina del verdadero Mar. Y aquel Mar se puede decir verdadero Mar, y aquella Tierra verdaderamente Tierra-firme, y Continente.9 

Hasta aquí son palabras de Cricias en Platón. Las cuales no son pequeño fundamento para entender y creer, que siendo la Isla Atlantis tan grande, que llegaba cerca de las de Barlovento, pudieron ir à ellas los Mercaderes de esta Isla, y de eso tras à la América, Perú, y Nueva-España, [y lo afirma Pellicer,10 traduciendo à Platón]. Demás, de que siendo tanta gente, y tan belicosa la de esta Isla, que daba en que entender à la que habitaba en Asia y Europa, y competía con la Grecia; no es dificultoso de creer, que fuesen aquellas Islas tan cercanas, y de ellas la Tierra-firme, que está enfrente, à do ai poca distancia, para con esto extender más sus Reinos, y ser Señores de más Tierras ò por repartirse y dividirse en otras Tierras, porque ya en las suyas no cabían, pues había diez Reinos: que así lo han hecho nuestros Españoles en las Indias, adonde han extendido, y dilatado sus Reinos los Católicos Reyes de España11 con tanta Gente como à aquellas Partes han ido, y va cada Día: que verdaderamente, viendo ya tanta Gente en ellas, consideraba muchas veces, que si no se hubieran descubierto las Indias, no cupieran los Españoles en España; y no se si diría en otras Provincias de Europa. Finalmente dice Cricias,12 que los diez Hijos de Neptuno, que fueron señores de aquella Isla, y sus Descendientes lo fueron también de muchas Islas, y de las que se habitan hasta Egypto, y Firrenio; con que se prueba, que también se harían señores de las Islas de Barlovento, que tan cerca estaban de la Atlántica.13 De las cuales podemos también decir, que salieron los primeros Pobladores de las Indias à poblar la Tierra-firme, que esta enfrente; y de aquí si había dificultad por Tierra, para el Perú pudieron ir por la Mar del Sur, que está de aquella parte, por el trato y comunicación que tenían los de aquellas Islas con los de la Atlántida habían de tener noticia de la Navegación, y Arte de hacer Navíos; porque dice el texto de Platón, que los de la Isla Atlantis tenían grande suma, y copia de navíos, y aun Puertos hechos à mano, para conservación de ellos, donde faltaban naturales 

§. I. De el segundo fundamento  
Por segundo fundamento quise poner aquí dos cosas, que refiere Jacobo Pamelio,14 que dan fuerça de verdad à la Historia de la Isla Atlántica. La una es que à las palabras sobredichas de Platón, añade estas.15 A esto mismo pertenece lo que Aristóteles en algunas partes dice, que el Océano Atlántico no se puede navegar, pensando que la Isla que se hundió, que fue la causa que aquel Mar tuviese muchos Baixos. Lo segundo que refiere el sobredicho autor, es confirmación de lo que dicen Aristóteles, y Platón de esta Isla que se anegó:16 conviene à saber, que quando D. Cristóbal Colon desbrió las Indias, y Nuevo Mundo, halló por espacio de algunos Dias tanta abundancia de Grama sobre la Mar, que cercada toda la armada de ella, parecia que navegaba como en Prados mui verdes y frescos de ierva. Pero pasando este mar de Grama, después de muchos peligros, y grande hambre que padecio su Gente, descubrio, à cabo de once Dias, el Mundo Nuevo. De el cual Orbe, siendo tan inmensos los espacios, y no del todo descubiertos, ni conocidos, es por lo menos manifiesto ser verdad aquello, que de la grandeça de la Isla Atlantis17 afirman, no solo Platón, sino tambien después de él, el Autor de el Libro de Mirandis naturae, y Diodoro Siculo. El Autor de el Libro sobredicho (que algunos piensan es Aristóteles, ò Teophrastro)18 refiere, que esta Isla fue descubierta, y allada de unos Cartagineses,19 después de muchos Dias de navegación; y Diodoro afirma, que fue incógnita à los Antiguos, y hallada20 primero de unos Fenicianos. Y finalmente dice,21 que habiendo procurado de poblar allá ciertos Tyrrenos, llevados con el cebo, y codicia de la fama de tan grande Region, se lo contradixeron, y defendieron los Cartagineses: parte porque no pasasen alla los de su Tierra,22 parte porque teniendo alli un refugio, y adonde acudir en alguna destruicion ò mortandad irreparable, pudieran en ella defender, y amparar su hacienda, y tesoro de la fuerça de los Tiranos, y Monarcas poderosos, de quien por ignorancia de aquellos lugares, estaria bien guardado y seguro. Hasta es de Pamelio, de cuias palabras se coligen dos cosas. La primera, como parece verdad, lo que refiere Platón, como huxvo Isla, y se anegó. Y la segunda, la grandeça de la Isla, que pudo caber en tan grande espacio, y ancha Mar. En lo que toca al Mar de mucha Grama, que alló Colon, otros Autores ai que lo dicen, como son Gomara, y otros,23 [y de esta Mar, y semejantes, Plinio, Aristóteles, Jornandes, y los que refiere Otelio] 

§. II. De el tercero fundamento de esta Opinion   
Otro fundamento podemos dar á esta Opinión; i es que en la Nueva España, la Lengua Mexicana, el agua tiene este nombre Atl,24 el cual vocablo, ya que no sea con todas las letras, que tiene, el de la Isla de Atlantis, a lo menos tiene las tres primeras letras, y significan substancia, y realidad, lo proprio que el Mar Atlantico, pues todo es Agua, de quien no se diferencia más de en ser muchas, y por eso llamado Mar en la Divina Escritura.25 A las congregaciones, y juntas de Aguas (dice el Sagrado Texto) llamó Dios Mares; y pudo ser26 que de el nombre que á este Mar le quedó, tomado de la Isla anegada, tomasen los Indios Mexicanos el que tienen puesto al agua [conservándole después en Atlantona,27 que significa la Mujer que resplandece en el Agua : en el pueblo de Atlancatepec, en Atlancamani, que significa Tempestuosa, como llamaban28 à la Diosa de las aguas: en su primer Mes, que correspondia á Febrero, cuio nombre era Atlaccahualco: en Atlatl, el Dardo: en Atlauco, el convento:29 en los pueblos de Atlacholoayán: en Atlapatzin, nombre propio, en Atlacuihuacayán, y en otros, que se refiere, y explica Torquemada; y aun al Reino de donde esperaban que havia de volver á reinar Quetzalcoatl,30 le llamaban Tlapallán, y le situaban ácia donde dice Platón estaba la Isla Atlántica: que es bien singular conjetura de lo que se va provando, y màs que creiese Moteçuma,31 y su Corte, que D. Hernando Cortes era Quetzalcoatl.] à los Dioses del Agua, que eran tres, llamaban los mismos mexicanos32 Tlaloc, Matlacueye, y Xhiqueatl: y quien supiere la Lengua Mexicana, ò la huviere leido, ò visto escrita, y oido hablar, hallará33 (si advierte con curiosidad) muchos vocablos, y terminos, que tienen estas dos letras T.L. muda, y liquida,34 de las quales referiré aquí algunos. Atlecacolan, Atlequitohuatzin, Atlixco, Tlatelloli, Tlatellulco, Tlascala, Tenoxitlàn, y Anhuitlan, Nuchiztlan, Cuitlavaca, Etla, Tlacaellel, Mictlan, Izcoatl, i otros muchísimos, que nunca acabaríamos de contarlos. Y cierto, que si en ello se repara, que no ai Lengua en todas las Naciones de Asia, Africa, y Europa, y aun en el Mundo Nuevo (donde ai tantas Lenguas) que tanto use de estas dos letras T.L. como la Mexicana, en lo qual se parecen al nombre Atlántico de la Isla, y de el Mar asi llamado, de do podemos creer, que se derivan, y traen su etimología. 

[Mas fácilmente se persuadirá la verdad de esta Opinión, haciendo Platón Egypcios á los Pobladores de la Isla Atlántica, por que en ninguna Nación se hallan señas maiores, ni màs especiales de ser progenitora de los Indios, como se dirá màs adelante: apoiaron esta sentencia Gemeli,35 y Hornio: el qual dice se puede probar, que los Indios procedan de los Atlantides; pues aunque los hace Africanos, mezclados con Fenicios,36 supone que Atlante, Hermano de Saturno, era Fenicio, ò Egypcio;37 y que este era Hijo del Cielo, Hermano de Saturno, y que fue inventor de la Astronomia, y Nautica, como reconocieron Egypcios, y Cananeos: con que dandole Platón38 por Hermanos á Neptuno, y Gadiro, que ambos nombres Fenicios, manifiestan su Origen. De Atlante se llamaron Talantes, Atlancios, y Atlantides, sus Subditos, la Región Atlántida, el Monte Atlante, con que la Nación que dominaba con el nombre de Atlantides, dio nombre al Mar Atlántico, en que se comprendía el que baña las Costas de Africa, y Asia; si como dice Estrabon se estiende hasta Arabia el Mar Atlántico:39 asi quiere entender lo que dice Cricias, omitiendo algunas cosas fabulosas; pero para nuestro intento es cierto, que si Atlante fue Egypcio, tambien sus Hermanos lo fueron; y asi Saturno, y parte de sus Vasallos pasaron á las Indias las Costumbres de su Tierra, por la Isla Atlántida, que parece la Tierra Feliz, que dice Diodoro Siculo40 poseian: y de ellos parece que hiço mención Homero:41 

     Longiquos ab eo fines invisere Terrae Occeanum.] 
 

Transcripción: Iñigo Correa (texto)
JoseManuel Río (notas)
 
NOTAS
1 Gomara I, p. Histor. Ind. fol. 120. 
Çarate in Proemio Histor. Peru ad Lectorem.
2 Vossius de Nat. Artiú, seu Philolog. lib. 2. cap. I a 9. 27. Hoin. late de Orig. Amer. lib.2. cap.6. per tot. Pellicer in App. ad Monarch. Antiq. Hisp. lib.2. num. 8. & 16. 
3 Auctor, & innum. relatis Solorçan, de Iur. Indiar. lib. I. cap. 4. num. 15 & cap. 9. n. 16. & in Politic. lib. cap. 2. Torquem. lib. I. cap. 10. tom. I. 
4 Supr. lib. I, cap. 3. §. x. lib. I. Græc. cap. 12. 
5 Plat. in Tim.
6 Vossius. 
7 Marian. Histor. Hisp. lib I. cap. 15. I. Isaac Pontan. Disc, hist. In Commones. fol. 399. Solorçan. de Iur. Indiar. lib. I. cap. 4. n. 14. Lancellot. Hoggid. fol. 347. tom. 2. 
Salmuth ad Pancir. lib. 2 tit. 1. fol. 15. Ioan. Griphriâder de Insulis, ca p. 4. num. 25. & cap. 29. num. 56. Ath. Kirker. in Mund. Subterr. lib. I. cap. 12. 1. fol. 80. Funger. in Æthymologyc. Triling. verb. Atlas, fol. 97. & 98. Claudius Duret in Thesaur. Hist. Linguar. cap. 78. vbi dumtaxat, verba Ortelii refert in Thesar. Geogr. & In Synnonon. Cardosus in Philosoph. Libera lib. I. quæst. 11. fol. 32.
8 In Critias Dropidis pronepos. Laercius in Vita Platon, lib. 3. Philostrat. Sophista de comeminit, lib. I. Ioan. Mercus. in Calcidii, Pellic. in App. lib. 2. num. 6. & 7. 
9 In Mappam delineavit Kircher. in Mundo Suberr. dict. lib. 2. cap. 12. fol. 82.
10 Pellicer in Appar. lib. 2. num. 8 & 18. fol. 46.
11 Navarrete Conservac. de Monarchias, Discurs. 8 fol. 58. & 69.
12 Pellicer dict. lib. 2. Appar. num. 6 & seqq. 
13 Eruditè ostendit Gorop. Becan. in Hispan. Hornius lib I. cap. 2 fol. 11. 
14 Pamelius in Notis ad Apologe.i.um, Tertulian. num. 528.
15 Supr. lib. I. cap. 7. §. 3. 
16 Solorçan. Terquem & aliis supr. relat. dict. §. 3. fol. 5. Cevall. com. (...) num. 11(0). & seqq. Çarate de Iustit. distributio. p. I. cap. 4. n. 1(8). Param. de Orig. S. Inquis. lib. 3. cap. 4. num. 21. (...) de Regim. Regn. Valent. cap. 7. §. 3. num. 206. Valençuel. cons. 82. num. 20. Claudius Duret in Thes. Hist. Linguar. cap. 78 in fin. & pluribus ex his relatis, & Marc.Salmeron, Pellicario Vrtitigoiti, P. Avendaño, (...). Rodrig. Valdes, Marta, Lic. On. Camargo, Juan Blazquez, Maioralgo, & D. Ioan. de Palafox, Frassus de Reg. Patron. Inaiar. lib. I. cap. 1. num. 1. 
17 Herrera Dec. I lib. I. cap. 9 & 10. Gomara, Oviedo, Vlloa, Maluend. & aliis Solorç. de Iur. Indiar. diet. lib. I. cap. 4 num. 26. & 27. & cap. 5. num. 19. 
18 Aristot. seu Teophrast. de Mir. Naturæ. 
19 Diodor. Sicul. Bibl. lib. 5. cap. 7. & v. infra. cap. 22.
20 Torquem. lib. I. cap. 10. tom. 1. 
21 Diodor. Sicul. dict. lib. 5.
22 Infra h. Lib. cap. 22. vbi alios. Carolus Steph. in Diction. Hist. verb. Atlanticæ Insuladuæ, fol. 374. 
23 Gomara I. p. Histor. Ind. fol. 11. relat. sup. lib. I. cap. 3. §. 6. fol. 28. 
Ortel. in Theatr. in Mare Pacifico.
24 Torquem. cap. 37. lib. 10. tom. 2. 
Hornius de Orig. Americ. lib. 2. cap. 6 fol. 155. & lib. 1. cap. 2. fol. 16. & 17.
25 Gen. I. 
26 Infr. cap. 10. §. 1.
27 Torquem. lib. 8, cap. 15. tom. 2. vbi Deç, & Victimæ nomen. esse ait.
28 Idem lib. I. cap. 14. & lib. 2. cap. 40 & lib. 3. cap. 15. tom. 1. & lib. 16. cap. 8. tom. 3. 
29 Et lib. 8. cap. 5 & 14 & lib. 13. cap. 11. tom. 2. 
30 Torquem. latè lib. 6. cap. 24. tom. 2.
31 Ex P. Sahagun. Torquem. lib. 4. cap. 14. & 15. tom. I & dict. cap. 24. tom. 2. 
32 Idem. lib. 10. cap. 10. 11. & aliis locis tom. 2. 
33 Idem. lib. 2. cap. 76. & lib. 3. cap. 8. tom. I.
34 Torquem. lib. 15. cap. 13. tom. 3. 
35 Gemeli, Il Giro dll Mondo, lib. 6. cap. 5. & lib. 6. cap. 8 p. 6. 
36 Infr. cap. 24. vn§. 1. h. L.
37 Hornius de Orig. Americ. cap. 6. fol. 151. lib. 2. 
38 Platon In Critias. Pellicer dict. lib. 2. Apparet. num. 5. 
39 Strab. apud Horn. dict. loc. fol. 152. 
40 Diodor. lib. 3. 
41 Homer. 
 
 
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