De William H. Prescott, "History of the Conquest of Peru", Boston 1857, Libro II, apéndice IV. 
 
HISTORIA DE LA CONQUISTA DE PERU
WILLIAM H. PRESCOTT
EXTRACTO DE LA ULTIMA VOLUNTAD Y TESTAMENTO DE MANCIO SIERRA LEJESEMA, MANUSCRITO 

Verdadera confesion y protestacion en articulo de muerte hecha por tino de los primeros españoles conquistadores del Peru, nombrado Mancio Sierra Lejesema, con su testamento otorgado en la ciudad del Cuzco el dia 15 de Setiembre de 1589 ante Geronimo Sanchez de Quesada escribano publico : la qual la trae el P. Fr. Antonio Calancha del orden de hermitanos de San Agustin en la cronica de su religion en el lib. 1, cap. 15, folio 98, y es del tenor siguiente. 

"Primeramente antes de empezar dicho mi testamento, declaro que ha muchos años que yo he deseado tener orden de advertir a la Catolica Majestad del Rey Don Felipe, nuestro Señor, viendo cuan catolico y cristianisimo es, y cuan zeloso del servicio de Dios nuestro Señor, por lo que toca al descargo de mi anima, à causa de haber sido yo mucho parte en descubrimiento, conquista, y poblacion de estos Reynos, cuando les quitamos a los que eran Señores Ingas, y los poseian, y regian como suyos propios, y los pusimos debajo de la real corona, que entienda su Majestad Catolica que los dichos Ingas los tenian gobernados de tal manera, que en todos ellos no habia un Ladron ni hombre vicioso, ni hombre holgazán, ni una muger adúltera ni mala ; ni se permitia entre ellos ni gente de mal vivir en lo moral ; que los hombres tenian sus ocupaciones honestas y provechosas ; y que los montes y minas, pastos, caza y madera, y todo genero de aprovechamientos estaba gobernado y repartido de suerte que cada uno conocia y tenia su hacienda sin que otro ninguno se la ocupase ò tomase, ni sobre ello habian pleytos ; y que las cosas de guerra, aunque eran muchas, no impedian à las del Comercio, ni estas a las cosas de labranza, ò cultivar de las tierras, ni otra cosa alguna, y que en todo, desde lo mayor hasta lo mas menudo, tenia su orden y concierto con mucho acierto : y que los Ingas eran tenidos y obecidos y respetados de sus subditos como gente muy capaz y de mucho Gobierno, y que lo mismo eran sus Gobernadores y Capitanes, y que como en estos hallamos la fuerza y el mando y la resistencia para poderlos sugetar é oprimir al servicio de Dios nuestro Señor y quitarles su tierra y ponerla debaxo de la real corona, fue necesario quitarles totalmente el poder y mando y los bienes, como se los quitamos á fuerza de armas: y que mediante haberlo permitido Dios nuestro Señor nos fue posible sujetar este reyno de tanta multitud de gente y riqueza, y de Señores los hicimos Siervos tan sujetos, como se ve : y que entienda su Magestad que el intento que me mueve à hacer esta relacion, es por descargo de mi conciencia, y por hallarme culpado en ello, pues habemos destruido con nuestro mal exemplo gente de tanto gobierno como eran estos naturales, y tan quitados de cometer delitos ni excesos asi hombres como mugeres, tanto por el Indio que tenia cien mil pesos de oro y plata en su casa, y otros indios dejaban abierta y puesta una escoba ò un palo pequeño atravesado en la puerta para señal de que no estaba alli su dueño, y con esto segun su costumbre no podia entrar nadie adentro, ni tomar cosa de las que alli habia, y cuando ellos vieron que nosotros poníamos puertas y llaves en nuestras casas entendieron que era de miedo de ellos, porque no nos matasen, pero no porque creyesen que ninguno tomase ni hurtase á otro su hacienda ; y asi cuando vieron que habia entre nosotros ladrones, y hombres que incitaban á pecado á sus mugeres y hijas nos tubieron en poco, y han venido á tal rotura en ofensa de Dios estos naturales por el mal exemplo que les hemos dado en todo, que aquel extremo de no hacer cosa mala se ha convertido en que hoy ninguna ò pocas hacen buenas, y requieren remedio, y esto toca á su Magestad, para que descargue su conciencia, y se lo advierte, pues no soy parte para mas; y con esto suplico à mi Dios me perdone ; y mueveme à decirlo porque soy el postrero que mueve de todos los descubridores y conquistadores, que como es notorio ya no hay ninguno sino yo solo en este reyno, ni fuera de el, y con esto hago lo que puedo para descargo de mi conciencia." 

 
 
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